4 de febrero de 2013

Revista National Geographic

Aún recuerdo cuando era pequeño esa melodía que ponían al comienzo de todos sus documentales. Pero hasta que no pasaron unos años, el ver los documentales era casi lo único que encontraba en materia de naturaleza en la televisión.




Un día paseando por delante de una papelería vi una portada que me fascinó. Era el año 2000 y la portada era esta. Unos años atrás había visto la película Tiburón y , además de no volver a entrar al mar casi hasta nuestros días, me había quedado fascinado por este animal. Decidí comprarla y desde ahí empezó una relación de amor/odio con National Geographic.

Han pasado muchos años y todavía guardo ese maravilloso número , además de otros claro, pero a éste le tengo un cariño especial ya que fue el primero. En él, Peter Benchley , el autor de la novela que dio origen a la película Tiburón de 1975, nos relata un viaje a Sudáfrica para tratar de ayudar en la defensa de este gran animal.

Pero el motivo de este post no es otro que agradecer a National Geographic tantas horas de lecturas y visiones que he tenido en todo este tiempo, además de todo lo que he aprendido.

He sido suscriptor hace ya algún tiempo y ahora compro la revista esporádicamente con los reportajes que me interesan. El problema que veo en los últimos años es la cantidad ingente de publicidad que meten en su publicación y que hace que sea mucho más selectivo a la hora de comprarla. Además en la versión digital para Ipad al menos, es prácticamente igual de precio que en papel, lo cual es lamentable. Por eso voy a ponerles ese voto negativo. Por lo demás una revista más que recomendable y con un precio de suscripción muchas veces subvencionado que merece la pena.


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